Con frecuencia se habla del término brecha señalando a una desigualdad de desarrollo. Tal parece que el mundo padece de desigualdades o brechas numerosas: la desigualdad entre pobres y ricos, la de educados y analfabetas, la de usuarios del internet y personas que ni siquiera lo conocen, la brecha entre ateos y creyentes. Una explicación posible a lo anterior es que el cerebro que produce la entropía o caos predomina en numerosas ocasiones sobre el cerebro moderno que produce empatía, desarrollo y justicia social, y es así que suceden sociedades subdesarrolladas que padecen las mencionadas brechas, en contraste con países desarrollados. Las consecuencias son hambres, guerras, epidemias, crisis de adicciones…
La solución utópica es reactivar los genes de autoconservación de la humanidad, los cuales reactivan, a su vez, la empatía colectiva y la compasión. ¿Y cómo se puede lograr esta utopía? Reactivar los genes de autoconservación, empatía colectiva y compasión en la humanidad es un desafío complejo que implica una combinación de factores biológicos, sociales, culturales y ambientales. A continuación te comparto algunas sugerencias sobre cómo se podría trabajar en esta dirección:
Educación y conciencia: Promover programas educativos que enseñen sobre la importancia de la autoconservación, la empatía y la compasión desde una edad temprana. Esto podría incluir educación emocional, resolución de conflictos y enseñanza de valores morales.
Fomentar la conexión con la naturaleza: Estudios han demostrado que pasar tiempo en la naturaleza puede aumentar la empatía y la conexión con otros seres vivos. Promover actividades al aire libre y la conservación del medio ambiente puede ayudar a despertar estos genes de autoconservación.
Promover la diversidad y la inclusión: Fomentar la comprensión y el respeto hacia las diferentes culturas, etnias, religiones y orientaciones sexuales puede aumentar la empatía y la compasión hacia los demás.
Practicar el altruismo y el servicio comunitario: Participar en actividades de voluntariado y ayudar a los demás puede fortalecer los lazos sociales y promover la empatía hacia quienes están en situaciones de necesidad.
Fomentar el diálogo y la comunicación efectiva: Promover la resolución pacífica de conflictos y el diálogo abierto puede ayudar a construir relaciones más empáticas y compasivas entre las personas y las comunidades.
En última instancia, reactivar estos genes y promover la empatía y la compasión en la humanidad requiere un esfuerzo conjunto y continuo de individuos, comunidades, instituciones y gobiernos a nivel global.
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